Paro Internacional de Mujeres EUA – Plataforma
El Paro Internacional de Mujeres del 8 de marzo del 2017
es un día internacional de acción que ha sido planeado y organizado por mujeres
de 30 países diferentes.
Bajo el principio de solidaridad e internacionalismo, en
los Estados Unidos el 8 de marzo será un día de acción organizado por y para
mujeres que han sido marginalizadas y silenciadas por décadas de neoliberalismo
principalmente dirigido contra mujeres trabajadores, mujeres de color, mujeres
indígenas, mujeres discapacitadas, mujeres migrantes, mujeres musulmanas,
lesbianas, queer y transgénero.
El 8 de marzo será el comienzo de un nuevo movimiento
feminista internacional que organiza la resistencia no solo contra Trump y sus
políticas misóginas, sino también contra las condiciones que produjeron a
Trump, es decir, las décadas de desigualdad económica, violencia racial y
sexual, y la guerra imperialista en el exterior.
Celebramos la diversidad de los varios grupos sociales
que se han reunido y vinculado al Paro Internacional de Mujeres. Venimos de
distintas tradiciones políticas, pero estamos unidas alrededor de los
siguientes principios comunes:
Ponerle fin a la
violencia de género
Todas las mujeres merecen una vida libre de violencia,
tanto doméstica como institucional. Mujeres trabajadores, transgénero, y
mujeres de color sufren los peores aspectos de la violencia institucional
directa, bien sea en la forma de la brutalidad policial, las redadas por los
agentes de inmigración, o la violencia que día a día sufren como resultado de
políticas públicas estatales que reproducen y consolidan la pobreza en nuestras
comunidades. Contra todas estas violencias estatales y personales, demandamos
que nuestras vidas y nuestro trabajo sean tratados con dignidad, ya que ellos
forman la base de esta sociedad.
Justicia
reproductiva para todas
Defendemos la justicia reproductiva para todas las
mujeres, cisgénero y transgénero. Queremos completa autonomía sobre nuestros
cuerpos y total libertad reproductiva. Demandamos el libre derecho al aborto
sin condiciones y la asistencia médica asequible para todas, sin restricciones
basadas en el ingreso, la identidad racial, o el status de ciudadanía. La
historia de la esterilización de las mujeres de color en este país va de la
mano con el ataque a los derechos al aborto. Para nosotras la justicia
reproductiva significa la libertad de elegir si tener hijos o no y cuándo tenerlos.
Derechos laborales
Los derechos laborales son derechos de las mujeres porque
el trabajo pago de las mujeres en su lugar de trabajo y el que aún no se paga
en el hogar son la base de la riqueza en nuestra sociedad. Alrededor del mundo
entero millones de mujeres son forzadas a trabajar por salarios esclavizadores,
en peligrosos talleres de explotación laboral y “fábricas infernales” en las
que mueren miles cada año. En los Estados Unidos las mujeres corresponden al
46% de la membresía total de los sindicatos, y la gran mayoría de ellas son
mujeres de color. Todas las mujeres, sin importar su estatus de ciudadanía,
sexualidad o identidad racial, deben recibir un pago igualitario por el mismo
trabajo que realizan, $15 salario mínimo, incluyendo, especialmente para
quienes cuidan de otras/os, cuidado infantil universal gratuito, licencia de
maternidad pagada, licencia por enfermedad, licencia familiar remunerada y la
libertad para organizar un sindicato que luche por sus derechos en su lugar de
trabajo. Como mujeres trabajadoras que sostenemos la mitad del cielo nos rehusamos
a ser divididas por el tipo de trabajo que realizamos, bien sea calificado o no
calificado, formal o informal, trabajo sexual o doméstico.
Aprovisionamiento
social completo
Tras décadas de políticas públicas neoliberales hemos
visto el violento desmantelamiento del aprovisionamiento social que afecta a
todas las mujeres. Mientras nuestras vidas laborales se han hecho cada vez más
precarias, los servicios sociales que habrían podido proveer cierta seguridad
contra las severas condiciones de explotación en las que trabajamos han sido o bien
completamente removidos o están bajo constante ataque. Contra estos ataques
exigimos una reestructuración expansiva del sistema de bienestar estadounidense
capaz de satisfacer las necesidades de la mayoría, lo que implica un acceso
universal al sistema de salud, garantías sociales contra el desempleo y
robustos beneficios en seguridad social para todas. Demandamos que el sistema
de bienestar funcione para apoyar nuestras vidas y no para avergonzarnos cuando
accedemos a nuestros derechos.
Por un feminismo
anti-racista y anti-imperialista
Nos pronunciamos contra la abierta supremacía blanca del
actual gobierno y contra la ultra derecha y el anti-semitismo al que le han
dado su confianza. Defendemos un feminismo anti-racista y anti-colonial que no
está dispuesto a comprometer estos principios. Esto significa que movimientos
como Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), la lucha
contra la brutalidad policial y el encarcelamiento masivo, la demanda por
fronteras abierta y derechos que protejan a los migrantes, y descolonización de
Palestina, constituyen para nosotras el corazón palpitante de este nuevo
movimiento feminista. Queremos destruir todos los muros, desde los muros de las
prisiones hasta los muros de las fronteras, desde México hasta Palestina.
Justicia ambiental
para todas
Creemos que tanto la desigualdad social como la
degradación ambiental son el resultado de un sistema económico que pone el
lucro por encima de la gente. En lugar de dicho sistema demandamos que los
recursos naturales de la tierra sean preservados y sostenidos para enriquecer
nuestras vidas y aquellas de nuestras hijas e hijos. Nos inspira la lucha de
los Protectores del Agua contra el oleoducto que quieren construir en Dakota
(Dakota Access Pipe Line). La emancipación de las mujeres y la emancipación del
planeta deben ir de la mano.