Posibilidad de insumisión, de insurrección y de emancipación // Diego Valeriano
Luego de ganarle
en todos los espacios y con relativa facilidad al cristinismo (ahora están
defendiendo un despacho) la restauración careta va por el único enemigo que
encarna la posibilidad de insumisión, de insurrección y de emancipación.
Liniers, Flores,
Once, también Pinamar, son focos que se propagan segundo a segundo. Un metro
cuadrado primero, casi toda la vereda después y ya sobre la tarde sobre la
calle. Las vidas runflas se expanden y modifican los territorios hasta
volverlos ajenos para todos. Un fantasma recorre la ciudad y es iletrado,
inabarcable e inexplicable.
Las vidas
runflas remiten a cierta ficción, que se esfuerzan en llevar a la
realidad, por medio del sueño, del deseo o de la violencia la posibilidad de
goce. Pero sobre todo, es un concepto que remite a la imposibilidad de control.
Atacan de manera frontal el dogma de la supremacía blanca y de la dominación
del buen comercio.
Cada tanto se
abre un nuevo capítulo de la batalla por el control territorial, tal vez este
que está en ciernes sea más doloroso para las vidas runflas. La suma de todas
las fuerzas de choque van a despejar de una u otra manera las veredas y calles.
No va a ser fácil para nadie, el dolor, sufrimiento y el miedo se impregnaran
en el aire hasta volverse irrespirable.
Algo fantástico
es como encaran la batalla en la esfera mediática, sin más aparato que su
cuerpo, se paran frente a movileros y con un tono entre evangelista y oprimido
reclaman trabajo genuino y subsidios. De puros prepotentes nadie les repregunta.
Hay una
experiencia dolorosa, la de recorrer miles de kilómetros para llegar y de un
esfuerzo para sostener lo esencial de su humanidad. Pensamos la
"resistencia", pero la resistencia, al menos en la teoría de la
guerra, sólo funciona a la defensiva. La defensiva, a su vez, sólo puede
afirmar su posición en el campo de batalla cuando es resistente. No es un juego
de palabras: para que la resistencia sea una estrategia efectiva de las
fuerzas, esas fuerzas deben ser las fuerzas populares, dado el modo en que sólo
el pueblo se vincula con el tiempo y con el territorio. Las vidas runflas hacen
de vanguardia de toda resistencia posible. Sólo ellas tienen hoy por hoy esta
relación con la riqueza del medio y del tiempo.