El levantamiento indígena en Ecuador: luchas desde territorios plurales
Una conversación con
Floresmilo Simbaña
por Gladys Tzul Tzul[1]
Los levantamientos indígenas han
logrado fracturar los órdenes de dominación y explotación colonial a lo largo
de estos cinco siglos; en los levantamientos se juega la lucha por auto
determinarnos política y territorialmente, se defienden y recuperan los medios
concretos para la vida en común.
La fuerza de los levantamientos abreva
de los tiempos y las estrategias cotidianas para tener agua, para sembrar la
tierra, para producir productos agrícolas para alimentarnos y para alimentar a
otros. Nunca son movimientos espontáneos, porque funcionan como un encadenamiento
de respuestas a las agresiones y al despojo, pero siempre tienen una novedad
que le da un rostro diferente cada vez que ocurren.
También tienen una serie de
singularidades territoriales de tal forma que
la densidad de los conflictos marcan los ritmos y las mismas maneras de confrontación,
y en esa singularidad logran hermanarse y conectarse plurales voces que interpelen con potencia a la
dominación.
Las luchas tienen distintas formas, que
van desde cuando es de abierta confrontación y presión como cuando paralizan las vías de comunicación y frenan el comercio, hasta
cuando están en los tribunales por litigios de tierras o cuando hay que sacar a nuestros hermanos
encarcelados.
Sirva para sustentar lo que digo, el
terremoto político que han producido la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador –CONAIE- Quienes desde los primeros días de agosto se han
declarado en levantamiento, exigiendo el archivo de un paquete de enmiendas
constitucionales, el respeto a las tierras comunales en las que el gobierno
quiere establecer hidroeléctricas, contra las medidas de calidad que imponen a
los agricultores comunitarios, contra el desmantelamiento del sistema de
educación bilingüe y el gobierno ha respondido con amedrentamiento y ha
encarcelado a más de 200 mujeres y hombres. Para acercarnos con más respeto a
este levantamiento y sobre todo para que los pueblos que luchamos dialoguemos
transcribo esta conversación que mantuvimos con el abogado e historiador
Floresmilo Simbaña de la nacionalidad kitu kara y dirigente de fortalecimiento
y política de la CONAIE.
Gladys
Tzul Tzul
Desde Guatemala y México seguimos con
mucha atención el levantamiento indígena que ustedes y las comunidades han organizado,
condenamos que el gobierno haya respondido con represión a la marcha y que se
imponga encarcelado a cientos de personas. Vimos también que el levantamiento
tuvo algunos epicentros, en Loja, en Saraguro, en la Amazonía, en Quito. Aunque
en los año 90 veíamos como el epicentro era la región del Chimborazo, ahora
vimos otros territorios. Seguramente esto
obedece a la densidad histórica de cada uno de los lugares, en todo caso lo que
es importante hacer notar es que el levantamiento se generalizó y los
sindicatos se unieron. ¿Qué es es lo que está en juego en este levantamiento?
Floresmilo
Simbaña
La CONAIE es una instancia de
organización que está en pugna por convertirse en instancia de gobierno. Al
interior hay una serie de diferencias y disensos. Ahora bien, a esas diferencia
el gobierno los interpreta a su conveniencia y ha creado mitos para atacarnos,
por ejemplo, dice que estamos divididos y confrontados, y que el movimiento
indígena no está unido, para ellos cada disenso es visto como punto de
debilidad, piensan que somos una unidad monolítica. En cambio, nosotros sabemos que somos plurales
que las luchas responden a matrices históricas, en nuestro caso nosotros que como organización nacimos como
respuesta al fracaso de la reforma agraria y con un sujeto concreto que son las
comunas y ese sujeto concreto se caracteriza por ser de base rural- agraria, esa realidad ha cambiado un montón.
Por otro lado, el movimiento indígena
siempre se ha movido en un proceso constante de recreación de consensos, por
ejemplo, hay sectores indígenas que estamos enfrentados con la realidad
agraria, otros se enfrentan directamente a una realidad económica más
artesanal, algunos luchan contra la extracción petrolera desde hace ya varios años y contra la minería,
de manera más reciente. Eso da diferentes
configuraciones de los procesos organizativos. Por eso, el éxito de la CONAIE es que mantenemos
una línea de permanente discusión y consenso al
interior, y obviamente esos consensos
son difíciles.
En los años noventa las zonas de mayor
conflicto eran donde las luchas por la tierra se enfrentaba al cada vez más
deteriorado sistema de haciendas como es en el caso de la sierra y la zona
centro, es decir, Cañar, Chimborazo, Bolívar, Cotopaxi y Tungurahua y en menor
medida, pero también de manera fuerte Cayambe e Imbabura.
Actualmente, en el neoliberalismo que
se expresa por el proceso de modernización que lleva adelante el gobierno, las
dinámicas de conflicto ha cambiado. Las zonas de mayor conflictos con este gobierno,
expresadas en este levantamiento son las que están apuestas directamente con la
agroindustria, por distintas órdenes ya sea por el mercado y por el acceso a
medios productivos como el agua. Habrás notado que la mayor zona de
confrontación en la sierra fue Saraguro. ¿Por qué Saraguro? Porque ahí no fueron solamente zona
hacendataria, entonces ellos no enfrentan problemas con la agroindustria, están
directamente vinculados a problemas por las reproducciones económicas y por la educación bilingüe, ahí han ocurrido
una serie de despidos de profesores indígenas; pero sobre todo, se enfrenta
contra la matriz productiva -que dice que el gobierno que esta
implementado-, por ejemplo, la política de agro calidad que consiste en una
serie de técnicas para provocar la tecnificación, y con una serie de
condiciones y requisitos para producir y vender productos agrícolas.
Ahí los compañeros producen leche, son
famosos por los quesillos que elaboran,
de tal forma que el programa de agro
calidad impone condiciones que
los compañeros materialmente ni pueden cumplir, para producir quesos piden locales cerrados,
instrumentos de metal inoxidable, entonces, los compañeros ya no pueden
producir. El gobierno desde hace años ha impedido que la venta de sus productos.
Han ocurrido casos en el que han venido los funcionarios de agro calidad a
impedir que vendan grandes cantidades de leche, eso explica porque Saraguro fue un lugar con una
participación masiva y ahí el gobierno respondió con violencia, porque como se
vio en las noticias, los policías y los militares no solo reprimieron, sino que
entraron a las casas en las comunidades.
En el caso de la lucha de las
comunales en la Amazonía, rebate a la propaganda internacional que tiene el
gobierno cuando dice que defiende la naturaleza, y al interior dice que van a
explotar con la mejor tecnología los recursos para producir petróleo y minería,
y dado que se hace con alta tecnología, no habrá contaminación y que con los
recursos que saquemos se va a repartir a las comunidades, incluso tiene una
norma que ellos -los del gobierno- han creado un porcentaje que
queda en las comunidades para invertir en ellas, pero eso no es real, porque
hay una gran cantidad de convenios que
se firman pero no se han cumplido.
Comenzó a suceder que varias comunidades de la Amazonía firmaron esos
convenios con el gobierno, y el gobierno
hacia promoción de que estaba con
las comunidades, pero resulta que no
puedo cumplir con lo que ofreció, con lo que anunció y obviamente las
comunidades se cansaron y obviamente de
ahí se entiende la respuesta masiva que se dio en la Amazonía.
Gladys
Tzul Tzul
Los que nos relatas da cuenta de texturas
diferenciadas de las luchas, que obedecen a segmentaciones territoriales y por ello se
levantan contra agresiones concretas. Si
miramos de esa forma podremos dar cuenta de una poderosa capacidad articuladora y la fuerza de un
horizonte político que es capaz de crear el levantamiento indígena, lo digo en el sentido de que las otras comunidades
acuerpan y abrazan las luchas de las otras
y porque a estas altura el levantamiento es ya una articulación nacional
que interpela la política extractivista,
el incumplimiento estatal o la agresión directa contra las formas de
producción de las comunidades.
Floresmilo
Simbaña
Sí, y un caso más para complementar es
el caso de Imbabura, Cayambe, Cotopaxi,
el levantamiento fue por razones de control territorial de los páramos y
del agua, porque el gobierno esta atacando a los sistemas comunitarios del agua
y quiere estatizarlos. Vimos un pleno acenso de la participación en el Cotopaxi,
fueron los que más rápido obstruyeron carreteras y participaron masivamente,
sin embargo cuando sucede las primeras explosiones del volcán Cotopaxi, las comunidades decidieron suspender la
participación.
Gladys
Tzul Tzul
Una no puede hacer hipótesis en las
luchas, aunque si podemos anticiparnos. Vos has dicho que lo que se viene es
que el gobierno quiera desarticular y atacar a la organización y que el
gobierno va a tomar algunas demandas que ustedes han planteado como agenda del levantamiento, esto
último que mencionas sería una manera triunfante del gobierno, porque lo va a presentar como la capacidad de negociación. Sin embargo nosotros, la gente
que lucha sabemos que está presionado y que tiene que negociar. ¿Cómo avizoras lo que se viene?
Floresmilo
Simbaña
El gobierno ecuatoriano tiene un
planteamiento político claro, al menos claro para nosotros los que estamos en
la lucha indígena. Sabemos que el gobierno está modernizando las
instituciones estatales y la economía. Aunque presenta márgenes de eliminación de la pobreza, pero si hacemos
análisis de la reducción de la pobreza
comparativamente estamos en el mismo nivel de Colombia y Perú, incluso Perú tiene un ritmo de reducción de
la pobreza más acelerada que el Ecuador, aunque no es gobierno progresista. Y
de todos modos es cuestionable su modelo de medición de pobreza.
El gobierno esta construyendo un modelo de Estado- Nación, y en esa lógica para el
gobierno la única manera de acción de la democracia es la vía institucional, es
decir, la vía del Estado. Fuera del Estado no hay política, por lo tanto, las
organizaciones están de más; para el
gobierno ecuatoriano solo se puede hacer política dentro del Estado, de tal
forma que para el gobierno una
movilización es el peor delito que pueda existir, por eso es que la mayor cantidad
de compañeros apresados en este
levantamiento y no solo ahora, sino que en esto ocho años de gobierno han
merecido la acusación de sabotaje y terrorismo, ese es el delito por el que se les acusa. Y por otro lado, cuando las
organizaciones sociales damos nuestra opinión o cuestionamos a la política del
gobierno, por ejemplo, el gasto público,
para el gobierno eso es política y que eso no nos corresponde, porque la única
vía es por los partidos políticos, su argumento es que para opinar, tenemos que
ganar elecciones y todo lo que está fuera de estos parámetros hay que reprimirlo. Para ellos, todo lo que esta
fuera de los partidos políticos es un
atentado al sistema democrático.
Sin embargo lo que demostró la
movilización por la amplia participación de las organizaciones y de respaldo de
la sociedad es que el gobierno esta
perdiendo legitimidad, por lo tanto, no puede hacerse de la vista gorda. Pero
el gobierno nunca va a reconocer que nosotros tuvimos razón, va a tirar a
aniquilar nuestras organizaciones, y va a asumir varios de los puntos que
nosotros hemos exigido, por ejemplo, lo que se refiere a los derechos
laborales, ya lo anda anunciando por
ahí. Pero nunca va a reconoce que fuimos nosotros los que los llevamos a ese
punto, porque ahora dice que esa es una
medida de su gobierno.
Gladys
Tzul Tzul
¿A qué punto te
referis?
Floresmilo Simbaña.
Nosotros hemos pedido el archivo de
las enmiendas constitucionales, ese paquete tiene 16 reformas, una de esas
reformas es reducir los derechos
sindicales,tanto a nivel de constitución de sindicatos como de capacidades de
negociación de derechos colectivos. El gobierno
ha dicho que como esta impulsando
su diálogo con la sociedad y no
con las organizaciones, vamos a reformar este asunto de los derechos laborales
y lo presenta como un logro de su gobierno.
Gladys
Tzul Tzul
¿Hay algo más que querrás analizar?
Floresmilo
Simbaña
Los que también quiero decir es sobre el
nivel de control que el gobierno tiene sobre los medios de comunicación,
además encubierto por un discurso que está atacando a los grandes
monopolios de la comunicación, y eso ha
tenido eco e nivel internacional.
Pero aquí al interior quiero
decir que hay
alrededor de 16 0 17 canales nacionales, y de esos solo 9 tienen noticieros, de esos 9 el gobierno controla seis, 4 de manera
directa porque es de propiedad privada y están con el gobierno. Además
de eso, maneja la cadena de radios.
Aquí el único que controla los medios
de comunicación es el gobierno. Con eso no quiero decir que los otros dos
medios de comunicación no nos den cobertura a las luchas, nosotros tenemos que jugarnos entre el ataque de medios de comunicación que
usa el gobierno, en los que nunca nos entrevistan, y cuando hacemos nuestras
ruedas de prensa manipulan y descontextualizan lo que decimos. Cuando decimos
que no obedecemos ni apoyamos, ni nos interesa aliarnos con la derecha, eso
nunca lo pasan.
Si hay quien esta fuera de los medios
de comunicación, somos nosotros, tenemos
algunas radios locales, muy restringidas porque el gobierno intenta
permanentemente controlar.
Quito,
25 de agosto de 2015.
[1] Es maya k’iche’ de Guatemala. Integrante
de la Sociedad Comunitaria de Estudios Estratégicos.-SOCEE-. Es candidata
doctoral en sociología por la BUAP, México. En estos momentos se encuentra en Ecuador.